Se lo deben hacer todas las mujeres una vez que comienzan a tener relaciones sexuales, o después de los 35 años cuando no han tenido nunca actividad sexual. Es importante elegir un médico ginecólogo con el que la mujer se sienta cómoda, para establecer una relación de mutua confianza.
El “chequeo ginecológico” consiste en un examen completo para evaluar los órganos femeninos (vulva, vagina, cuello del útero, endometrio, útero, trompas, ovarios y mamas).
Este examen permite prevenir y diagnosticar en forma precoz patologías asociadas a la mujer. Estas pueden ser lesiones benignas del aparato genital femenino, inflamaciones, enfermedades de transmisión sexual y cánceres que tratados en forma precoz pueden curarse.