La laparoscopia ginecológica es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite al médico examinar y, en algunos casos, tratar problemas ginecológicos sin la necesidad de realizar una incisión grande en el abdomen. Se utiliza un laparoscopio, un instrumento delgado con una cámara, que se introduce a través de pequeñas incisiones para visualizar el interior de la cavidad pélvica. 

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• Tratamiento:

  Además de la visualización, se pueden realizar procedimientos terapéuticos a través de la laparoscopia, como la extracción de quistes ováricos, la corrección de prolapsos genitales, la resección de miomas, y la eliminación de tejido en la endometriosis. 

• Ventajas:

  La laparoscopia tiene ventajas como una recuperación más rápida, menos dolor postoperatorio, menor riesgo de infecciones y cicatrices pequeñas. 

• Indicaciones:

  Se usa para diagnosticar y tratar una variedad de problemas ginecológicos, incluyendo dolor pélvico, infertilidad, endometriosis, quistes ováricos, miomas uterinos y prolapsos genitales. 

• Mínimamente invasiva:

  La laparoscopia evita la necesidad de una laparotomía (incisión abdominal grande). 

• Visualización:

  Permite al médico ver los órganos pélvicos, como el útero, las trompas de Falopio y los ovarios, así como el tejido circundante. 

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